Los hoverboard están formados por varios componentes. Al retirar las carcasas encontraremos el chasis, normalmente de acero, con un pivote central que une ambos lados de la estructura permitiendo inclinar y declinar el patinete.

En uno de los dos lados se encuentra la batería normalmente de 36 voltios y 4,4 amperios por hora, aunque puede variar ligeramente según el modelo. En el lado contrario a la batería encontramos la mainbord que es la placa más grande de las tres; esta placa procesa la información que le llega de las coboards que son las dos placas más pequeñas situadas a ambos extremos del aparato que hacen la función de giroscopio, y la envía al motor, dos situados a cada uno de los extremos del aparato en el interior de las ruedas, haciéndolas girar a la velocidad necesaria para estabilizar el centro de gravedad.
Exteriormente el patinete tiene unos pads de plástico y debajo de cada uno de ellos se encuentran dos lengüetas que se mueven al ejercer presión, al bajar las lengüetas hacen contacto con los sensores situados debajo de las coboards. actúa según la inclinación que detectan los giroscopios que hará que vaya a más o menos velocidad. en este ejemplo, al estar desmontado, no tenemos los pads, en su lugar hacemos presión directamente sobre las lengüetas.
El hoverboard dispone también de varias luces. las luces frontales y las luces de estado, están ambas conectadas a las cobords. las luces de estado, como su propio nombre indica, indican el estado de la batería y el estatus que nos dirá si está encendido, con una luz verde, o si hay algún error, que la luz se volverá roja y parpadeará dándonos un código de error.